Sediles se encuentra rodeado por olivos centenarios (hay quien dice que algunos son milenarios) principalmente de las variedades características de la zona «Cirujal», «Royal de Calataud» y «Negral».
La producción de aceite de oliva en el pequeño municipio se remonta a los años 20 del siglo pasado cuando surgió un proyecto cooperativista para la creación de un molino aceitero. Fue interrumpido por la Guerra Civil y una vez finalizada, se retomó; construyendo el edificio y comprando la maquinaria del momento. Con este nuevo proyecto se sustituía a los antiguos molinos situados junto a los cauces de agua y movidos por fuerza animal.